La segunda misión lunar
El proyecto tuvo como objetivo mitigar los efectos del COVID-19 mediante la producción de ventiladores de emergencia simples, económicos y basados en componentes disponibles en México, para ser producidos en un plazo acorde con la evolución de la pandemia.
El ventilador propuesto se basa en un resucitador manual descartable (BMV o "Ambu"), automatizado para respiración invasiva y adaptable a uso no invasivo. Su diseño prioriza la portabilidad, robustez y bajo costo, garantizando la disponibilidad de piezas mecánicas y eléctricas en el país.
Con comandos de operación simples y una estructura modular, permite una reparación rápida mediante el reemplazo in situ de subsistemas dañados. Además, estos pueden repararse posteriormente fuera del equipo para minimizar su tiempo de inactividad.
Para garantizar robustez de la función respiratoria, el ventilador posee 2 microcontroladores, uno dedicado solamente a la operación de ventilación y otro para lectura de sensores, generación de datos informativos y producción de salidas gráficas en pantalla, así como 4 motores independientes, 5 reguladores de potencia y 2 baterías. Con esto se logra un ventilador con alto grado de redundancia en caliente que prioriza la continuidad de la respiración del paciente.